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Uso del injerto en cultivo de pepino holandés

García Pérez, Melisa
Trujillo Díaz, Luisa
Calzadilla Hernández, Victoria
Perera González, Santiago
Santos Coello, Belarmino

30 de noviembre de 2015

Información técnica

16 páginas

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La repetición de la plantación de una hortícola en el mismo suelo durante múltiples ciclos seguidos lleva a la aparición de enfermedades de suelo, así como otros procesos de cansancio que terminan por hacer inviable el cultivo. El injerto con patrones resistentes a esos problemas es una de las técnicas que, combinado con otras medidas, como la rotación de cultivos, el manejo de la materia orgánica del suelo y la desinfección, permite el cultivo continuado en explotaciones intensivas.

Se llevó a cabo un ensayo para determinar las diferencias de comportamiento productivo entre planta injertada y planta franca de pepino holandés. Se eligió como patrón al cultivar Carnivor, una calabaza híbrida. Para poder observar si había diferencias de comportamiento varietal, se injertaron sobre Carnivor los dos cultivares más utilizados en Tenerife: Bowing y a Legendario. Las plantas se llevaron a campo entre el 15 y el 27 de abril. La recolección comenzó el 2 de junio de 2015 y se dio por finalizada el 27 de agosto. La experiencia se llevó a cabo en un invernadero de cubierta plástica en La Maleza (Guía de Isora).

En las condiciones del ensayo, con suelos fatigados, se podría decir que el injerto aumentó la producción total y comercial, así como el tamaño de la fruta. El aumento de precio por el injerto se ve compensado por el aumento de producción.

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